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AXAPUSCO, ESTADO DE MÉXICO
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El municipio de Axapusco se localiza en la parte noreste del estado. Limita al norte con el Estado de Hidalgo y el municipio de Nopaltepec; al sur con el municipio de Otumba; al este con el Estado de Hidalgo, y al oeste con los municipios de Temascalapa y San Martín de las Pirámides. En el antigüedad, Axapusco estuvo habitado por población estrechamente ligada a la cultura Teotihuacana (200 a. C. a 900 d. C.), la zona arqueológica de Teotihuacan se encuentra no muy lejos de aquí. Tribus otomíes y toltecas ocupan Axapusco al decaer Teotihuacan y dan nombre al vecino municipio de Otumba, al que durante siglos perteneció. En la época de los grandes señoríos, Nezahualcóyotl, Nezahualpilli y por último Ixtlixóchitl dominaron los terrenos municipales hasta antes de la llegadas de los españoles. Cercano a este lugar se escenifico la lucha conocida como la batalla de Otumba, donde Hernán Cortes obtuvo victoria contra los Mexicas que los perseguían cuando el español huía de Tenochtitlán hacia Tlaxcala. Para 1519 los caciques nativos Tlamapanatzin (de Axapusco) y Atonaletzin (de Tepeyahualco), se reúnen con Hernán Cortés en San Juan de Ulúa para unírsele en su lucha por conquistar el territorio mexica, llevando como prueba de su lealtad varios regalos: pinturas, códices y objetos de orfebrería de sus antepasados. En 1533 los frailes franciscanos llegan al municipio, y dentro de sus primeras tareas fue la construcción de una capilla en el barrio de Tlamapa, para iniciar la evangelización de Axapusco; sin embargo, en poco tiempo se hizo insuficiente, para resolverlo se dieron a la tarea de trazar una iglesia mayor, en la ahora cabecera municipal, para prestar los servicios religiosos como mayor comodidad a la creciente población. Es en 1553 cuando es trazada e iniciada su construcción. La iglesia fue adornada con una pintura traída de España por Bartolomé de Olmedo y se le puso el nombre de San Esteban protomártir. Se pensó en establecer una congregación apropiada con los poblados cercanos y así poder acatar ordenes que venían de la boca de Baltasar de Aguirre, en 1603 se hace el ordenamiento a todos los pobladores dispersos; en ese reacomodo quedaron San Felipe Teotitlán, Nopaltepec, Atepoxco, San Francisco Aztacameca, Tlamapa y Axapusco, con un total de 480 tributarios, dependiendo del partido de Otumba. Para los siglos XVII y XVIII se da el florecimiento de las grandes haciendas pulqueras, generando fuertes construcciones semejantes a las establecidas en territorio español, lo que transforma el paisaje, dando a los conquistadores dinero y a los nativos esclavitud. Los españoles y sus familias que ahí vivían se armaron y fortificaron bien en sus haciendas para no ser aniquilados durante la guerra de independencia. El 16 de diciembre de 1825 contaba con menos de 4000 habitantes y por decreto del Congreso del Estado de México, Axapusco aparece como ayuntamiento dependiente de la prefectura de México y con cabecera de partido en Teotihuacan. Un sitio importante para visitar, es la iglesia de San Esteban, localizada en la cabecera municipal. Fue construida en el siglo XVI por los frailes franciscanos y remodelada a principios de 1990, destaca su altar mayor que fue decorado con lámina de oro en el siglo XVIII. El atrio y la plaza (localizada a uno de los costados de la iglesia) son apacibles e invitan a tomar un descanso mientras se convive con las personas que habitan alrededor. Aunque casi desapercibidas, existen 8 cascos de exhaciendas pulqueras, que fueron fundadas por los conquistadores españoles y que tuvieron su mayor auge durante la etapa del Porfirismo en el siglo XIX, observándose su arquitectura muy especial, pero que no ha sido explotado su interés cultural para los visitantes. Dos exhaciendas pulqueras, una denominada Xala, tiene servicio de hotel, restaurante, alberca y bungalows y que labora los 365 días del año las 24 horas, y Tepepantla que con menor categoría también brinda servicios del hotel y restaurante todos los fines de semana. Las fiestas que se realizan en la comunidad son dirigidas al santo patrono de cada lugar, a ellas son invitados los amigos y familiares para disfrutar de barbacoa de borrego, mixiotes de pollo con nopales o de conejo enchilado, tlacoyos, barbacoa de borrego o chivo, los escamoles, los chinicuiles (gusanos rojos de maguey), los gusanos blancos de maguey, los caracoles del maguey y los tlacoyos de haba o frijol y desde luego acompañados de pulque de la región. En las comunidades grandes existen grupos de “Santiagos y Moros”, que al ritmo de una banda de viento, bailan representando la lucha de los españoles contra la invasión árabe, y que fue traída por los evangelizadores. No falta en estas fiestas, los juegos mecánicos y el baile con una orquesta o grupo del momento. Destacan los fuegos pirotécnicos que consiste en “castillos” de más de 10 metros de altura, y que son quemados en las fiestas patronales de cada comunidad, por las noches, dando agradables espectáculos de luces multicolores para los visitantes.




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